Un
ejemplo de la diversidad teórica existente en la idea de epistemología en la
actualidad lo constituyen las concepciones de Karl Popper y Jean Piaget. Para
Popper el estatuto de la epistemología viene definido por tres notas: por el
interés acerca de la validez del conocimiento (el estudio de la forma en que el
sujeto adquiere dicho conocimiento es irrelevante para su validez); por su
desinterés hacia el sujeto del conocimiento (la ciencia es considerada sólo en
cuanto lenguaje lógico estudiado desde un punto de vista objetivo), es decir,
la epistemología se ocupa de los enunciados de la ciencia y de sus relaciones
lógicas (justificación); y, por último, por poseer un carácter
lógico-metodológico, es decir, normativo y filosófico. Sin embargo, para Piaget
la epistemología se caracteriza por principios opuestos a los de Popper, ya que
a la epistemología le interesa la validez del conocimiento, pero también las
condiciones de acceso al conocimiento válido; de ahí que el sujeto que adquiere
el conocimiento no sea irrelevante para la epistemología, sino que ésta debe
ocuparse también de la génesis de los enunciados científicos y de los múltiples
aspectos de la ciencia que trascienden la dimensión estrictamente lingüística y
lógico-formal. La epistemología para Piaget tiene además un carácter
fundamentalmente científico, es decir, teórico y empírico, no metodológico y
práctico[1]
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